Un mercado laboral a dos velocidades o cómo mantener el empleo senior sin perjudicar a las generaciones más jóvenes
España perderá 2,6 millones de trabajadores en 25 años: un reto que obliga a evitar el choque entre generaciones
Envejecimiento, escasez de talento y cualificación: sobre estas tres variables se apoya un elemento clave para abordar el llamado reto generacional en el mercado laboral ... . Un triple factor que sirve como detonante de un reciente estudio elaborado por Randstad, la segunda empresa de recursos humanos a nivel mundial, con presencia en 44 países, a través de 4.100 oficinas y 25.500 empleados a escala internacional, con fuerte implantación en España. Su curiosidad por definir el horizonte que se avecina en un plazo muy cercano (las próximas dos décadas) indaga en el desafío que afronta el mercado laboral español: una generación de trabajadores que está cerca de la jubilación, «en un volumen sin precedentes», y que convive con la evidencia de que los jóvenes que se incorporan al mercado laboral «son menos numerosos y no siempre están formados en las áreas que más empleo ofrecen». Una coyuntura diabólica para la buena salud social porque a ese doble reto se añade la certeza de que «las empresas tienen cada vez más dificultades para encontrar talento, incluso ofreciendo condiciones adecuadas».
Los autores de la investigación alertan de que «en la última década, la ratio de vacantes, definida como la proporción de puestos sin cubrir respecto al tamaño del mercado de trabajo se ha incrementado de forma sistemática, pasando de un 1,6% en 2014 a un 4% en 2023». Y esgrimen otra observación: la evolución demográfica proyectada hasta 2050 «apunta a un desequilibrio creciente en la estructura por edades de la población, que tendrá implicaciones en el mercado laboral». Es decir, «en la mayoría de países», incluido el nuestro, «la población en edad laboral (15–64 años) se reduce o estanca, limitando el margen para incorporar nuevos trabajadores». Y añaden: «La población joven pierde peso, incluso en países donde crece en términos absolutos, lo que reduce la capacidad de renovación generacional». Al mismo tiempo, se detecta en su estudio cómo la población sénior (55–64 años) crece con fuerza hasta 2025, «lo que anticipa un aumento de jubilaciones sin recambio suficiente».
El informe de Randstad pone el acento sobre un indicador clave que explica «cómo el desequilibrio se acentúa para los próximos años»: el ratio entre jóvenes (10-19 años) y personas de 55-64 años, que permite medir la capacidad de reemplazo generacional, cae de forma significativa entre 2025 y 2050 en casi todos los países. En el caso español, en el entorno del 1% negativo, una cifra inquietante aunque lejos todavía de cómo ese problema se agudiza en países como Francia (-4%) o Reino Unido (-13%). La alarma salta cuando se analizan las tensiones del mercado laboral a este respecto: prevalece la coexistencia de puestos sin cubrir, estructuras laborales cada vez más envejecidas y falta de relevo generacional en sectores clave. «La combinación entre envejecimiento acelerado y escasez de talento configura un mapa desigual, con riesgos distintos por país y sector», señala el estudio. Conclusión central: el mercado laboral envejece, hasta el punto de que el peso de los ocupados mayores de 55 años supera el 20% en la mayoría de los países. Una lista que encabeza Japón, seguido de Alemania, Italia, Portugal y Suecia.
Los investigadores explican que así como «algunos países han experimentado un envejecimiento acelerado en la última década y sólo unos pocos han mantenido estables sus estructuras por edad», también se refleja otra deriva preocupante en aquellos sectores que presentan un alto riesgo de relevo pendiente. Son ámbitos profesionales que concentran estructuras muy envejecidas «aunque de momento no presentan una alta presión de vacantes: por ejemplo, agricultura, educación, actividades inmobiliarias o la administración pública. Un tercer bloque de sectores que presentan »estructuras más jóvenes, pero con alta tensión para cubrir puestos«. Es el caso de hostelería, construcción, actividades administrativas, sanidad o tecnologías de la información, entre otros.
El panorama que se intuye obliga a moverse para evitar el rumbo de colisión que ha seguido el mercado laboral occidental. Randstad alerta de que solo ocho de los 24 países analizados aumentarán su población en edad laboral en términos relativos. Destacan Australia (+30,5%), Canadá (+16,9%) y Argentina (+14,8%), con crecimientos significativos, pero también en Estados Unidos, Nueva Zelanda, Suecia, Países Bajos y Turquía, «que se podrían beneficiar de una mayor disponibilidad de mano de obra en el futuro». Por el contrario, a España se le presenta un futuro preocupante: está en el furgón de cola en la tasa de variación de la población en edad laboral, con el - 8,1%.
¿Resumen? España perderá 2,6 millones de trabajadores en 25 años: un drama que sólo se puede mitigar (o encauzar) si se impulsan políticas donde congenien las necesidades de todas las franjas de población. Un mercado laboral único gestionado a dos velocidades.
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